Antes de realizar esta entrada, me gustaría hacer un pequeño
recordatorio de los tipos de libros que existen, para situarnos en la
actividad. Estos pueden ser:
- Folclóricos
- Con autor
- Textos creados por la maestra o por y para los
niños
A continuación, vamos a introducirnos de lleno en la
actividad. Para ello tenemos que tener presente en todo momento que vamos a
elaborar textos que son creados por la maestra y por y para los niños del aula.
Hay que tener en cuenta que, durante la educación infantil, para favorecer el
contacto directo con los libros, es necesario que éstos se encuentren en el
aula, al alcance de los/las niños/as.
“Crear textos para
niños no es complicado. Hay que tener en cuenta, fundamentalmente, que el
argumento sea cercano a los niños y responda a sus intereses y necesidades; que
la estructura sea sencilla, lineal y reiterativa; que los personajes permitan
la identificación del niño además de aportar cierto elemento mágico o exótico;
que existan enseñanzas evidentes en el terreno de los conceptos, los
procedimientos o las actitudes; y por último, que el lenguaje sea adecuado a la
edad, es decir: vocabulario ajustado, frases cortas, organización
morfosintáctica correcta y párrafos breves” (Irune Labajo, 2010)
• CREACIÓN EN PROSA
Esta creación va a estar determinada por el Binomio
Fantástico de Gianni Rodari. Es una estrategia en la que a
partir de dos palabras que no tienen nada que ver aparentemente (ejemplo: árbol
y coche), se inventa una historia. Para saber más detalladamente acerca de esta
estrategia, Rodari la explica en su libro “Gramática
para la fantasía”.
Lo que predomina de esta estrategia es la imaginación, ya
que gracias a ella se podrá elaborar y realizar la historia.
A la hora de llevarlo a cabo, no me decidía por las dos
palabras a escoger, por lo que decidí abrir un libro que tenía encima de la
mesa de mi escritorio y los dos primeros nombres comunes que viera, serían los
elegidos. Estos son: monedero y libro.
Monedero
y libro juntos
Había una vez un
monedero que se llamaba Carmelo. El pobre siempre estaba solo. Nadie quería ser
su amigo, ni las tarjetas de crédito, ni monedas ni billetes… siempre estaba y
se sentía vacío, sin ganas de vivir.
Un día, se coló en una
biblioteca para ver si algún libro se hacía su amigo, y así ayudarle a sentirse
lleno.
Tras leer libros y
libros, encontró a Ramiro: el libro más divertido. Una vez que Carmelo acabó de
leer el libro, se dijo a sí mismo: ¡cómo molas, ojalá nunca te separes de mí!
Ramiro se quedó
paralizado, había encontrado a alguien con quien estar, ya que sus compañeros,
los libros, eran muy aburridos.
Carmelo y Ramiro
empezaron a hablar. Se hicieron amigos. Pero Carmelo seguía sintiéndose vacío.
Nadie quería vivir dentro de él.
Carmelo, triste, se lo
contó a Ramiro. Pero qué sorpresa la que se llevó Carmelo, pues Ramiro era
mágico. Tan mágico que podía fabricar billetes y monedas con sus hojas, y éstas
nunca se acababan.
Pasados los días,
Carmelo se dio cuenta de que lo que necesitaba de verdad para sentirse lleno
era tener un amigo que nunca le fallara, así que decidió decirle a Ramiro que no fabricara más billetes ni monedas, pues se había dado cuenta de que sólo necesitaba su compañía.
Así que Ramiro y
Carmelo se hicieron muy amigos, vivieron experiencias inolvidables y fueron muy
felices.
Esta creación está destinada a los alumnos de 4-5 años. El
texto habla, sobre todo, de la amistad y de lo bien que se sienta uno cuando
está con amigos o personas importantes para él. Esa en esta edad y a partir de
ella cuando los niños reconocen las emociones y sentimientos de los demás,
muestran actitudes de protección (en muchas ocasiones ante los más pequeños),
ya han desarrollado gran parte de su autoestima, por lo que ya van
estableciendo relaciones con los demás. He escogido esta edad porque ya van
teniendo contacto con el tema principal y los niños se pueden ver identificados
a la hora de leerlo o escucharlo.
• CREACIÓN EN VERSO
Un aspecto importante de este apartado, es que la poesía no
necesita rimar.
La estrategia que he llevado a cabo es: “¿Cómo es?”. Se trata de inventar comparaciones cómicas sobre
objetos y personas del entorno.
El cuento dice así:
Mi
mamá
-
Mi mamá es como el sol en la oscuridad.
-
Mi mamá es como un libro que enseña.
-
Mi mamá es como un paraguas en la lluvia.
-
Mi mamá es como la princesa de los cuentos.
-
Mi mamá es como una estrella que me guía.
-
Yo quiero ser como mi mamá.
Esta creación en verso está destinada a los niños de 3-4
años. En este apartado entra en juego la figura del apego, que en la mayoría de
los casos, el vínculo más fuerte del apego que se establece, es con la madre. A
estas edades, los niños todavía necesitan de ese apego, de la presencia de una
figura dominante que les guíe, les enseñe, les transmita seguridad y confianza.
Por ello que querido destinar este libro a las madres; puesto que los niños y
niñas de estas edades, tienen muy presente a su madre en sus vidas.
El apego es un vínculo afectivo que crea el niño consigo
mismo y con un número reducido de personas. Con la primera persona que tiene
apego el niño es con la madre, por lo tanto es su figura dominante en sus
primeros meses de vida, por lo que, en general, el mayor y primer vínculo que
desarrolla el niño es con la madre. A estas edades siguen teniendo dependencia
de los padres, pues aunque van desarrollando la autonomía, aún les queda un
pequeño camino para conseguirla.
• CREACIÓN DRAMÁTICA
Antes de redactar mi creación dramática, es importante tener
en cuenta que es muy complicado encontrar una obra dramática con las
características de cada uno de los alumnos del aula.
Por otro lado, la dramatización es un recurso fundamental e
inexcusable que desarrolla una gran cantidad de capacidades del niño.
Para realizar esta creación, me he basado en la referencia
de “Historias en primera persona”. Para
ello hay que imaginarse que tú eres un objeto de la vida cotidiana con vida y a
raíz de ahí, desarrollas toda la historia.
La
mesa ocupada
- Narrador: Había una vez, una mesa que no paraba de
quejarse porque estaba muy desordenada y llena de papeles todos los días del
año. Así era, que cada vez que pasaba el tiempo se hacía más viejita y le
costaba más mantenerse en pie con tanto peso. Un día decidió hablar seriamente
con los objetos que vivían en ella para ver si podían irse a vivir a otro
lugar.
- Mesa: Disculpe señor archivador, ¿le importaría
guardarse en su barriga todos los papeles que hay alrededor de la mesa que le
pertenecen? Pesáis mucho y cada vez me cuenta más sujetaros.
- Archivador: No tengo ningún problema en guardar lo
que es mío; pero son ellas las que salen de mí. Solo quieren explorar el
exterior.
- Mesa: ¡Muy bien! Entonces tendré que hablar yo con las
hojas.
- Hojas: ¡Te estamos escuchando! Pero como bien ha
dicho el señor archivador, nos gusta ver lo que hay fuera. Explorar el mundo y
vivir libremente. Si estamos dentro del archivador, nos cuesta respirar y
además no podemos ni movernos.
- Mesa: Vamos a llegar a un acuerdo: os dejaré que estéis
por encima de mí siempre y cuando no os mováis mucho y no me molestéis. Tengo
ya 40 años y no creo que dure mucho. Así que tened cuidado.
- Narrador: Las hojas siguieron sin obedecer. Saltaban,
jugaban, cantaban y bailaban encima de la mesa. La mesa como era muy buena no
se enfadaba con ellas, hasta que le rompieron una pierna, ya sólo le quedaban
3. La mesa, al ver que las hojas no les hacían caso, se dirigió en secreto a
las tijeras.
- Mesa: ¡Tijeras!, ¡tijeras!... Necesito tu ayuda, pero
nadie se puede enterar… ¡Ssshhh!
- Tijeras: Dime lo que necesitas. Sólo lo sabremos tú y
yo.
- Mesa: Tus amigas las hojas están todo el día
molestándome. No hacen más que saltar, jugar, cantar y bailar. ¡Mírame!
(señalando a su pierna rota), me han roto una pierna y aún así siguen con la
suya.
- Tijeras: ¡No te preocupes! Yo me las arreglaré con
ellas.
- Narrador: Pasaron un par de días mientras que las
tijeras planeaba su ataque contra las hojas. Cuando ya lo tuvo todo planeado,
esperó hasta llegar la noche. La mesa tenía que avisar a las tijeras cuando las
hojas se quedaran dormidas.
- Mesa: ¡Tijeras! Ya es la hora. Ya se han quedado
dormidas. Ya puedes ir silenciosamente por encima de mí y recortarlas en mil
pedazos, así ya nunca más me darán la lata. Pon en práctica tu plan.
- Tijeras: Gracias por avisar. Allá voy a por las
hojas. ¡No saldrán vivas de esta!
- Narrador: Y así acabó la historia. Las tijeras y la
mesa, que eran muy amigas, vencieron a las hojas. Gracias a que la mesa estaba
más libre y pesaba menos, pudo continuar su vida durante muchos más años sin
nadie que le molestara, y en caso de que lo hicieran, ya estaban las tijeras
para defenderla.
Esta obra dramática está destinada a los niños y niñas de 5
a 6 años. Una de los temas a destacar en esta obra es la muerte. Este tema se
suele evitar delante de los niños, pero sin embargo es natural, algo que en la
vida no se puede remediar, por lo que he querido mostrarlo para que sean
conscientes de que hay que vivir con ello. Los niños a estas edades ya tienen miedos y preguntas a cerca de la
muerte, por lo que cuanto más natural se haga, mejor lo sabrán llevar. También
son muy emotivos y algunos de ellos ya intentan ponerse en el lugar del otro.
También trata de la amistad y la ayuda entre los amigos, que a estas edades,
las relaciones entre iguales y la amistad están a flor de piel.
• CREACIÓN DE LIBROS
Esta creación en verso, mencionada anteriormente, ha sido la que he elegido para llevarla a la práctica. He creado un libro acordeón. Para ello he comprado una cartulina roja oscura, ya que el cuento se encontraría en el aula y sería utilizado por los alumnos, por lo que si estuviera hecho con cartulina de color claro, se notaría más en caso de que se manchara. También he necesitado pegamento para pegar las imágenes, cinta aislante para proteger la portada y contraportada y un rotulador negro para escribir las frases.
La portada y la contraportada son un poco más grandes que el resto de las páginas, ya que así cubre a las demás y evita que se estropeen con facilidad. Una vez que lo he creado, lo he plastificado con Alkyl ya que así dura más puesto que es más complicado que se rompa o que la cartulina se deshaga. Además protege a las fotografías que han sido pegadas y a las frases que han sido escritas con un rotulador no tóxico.
Portada |
Contraportada |
- Manos a la obra.
REFERENCIAS
Niños y niñas de 6 años. Cómo son. Características evolutivas., de Mamá
psicóloga infantil. Sitio web:
http://www.mamapsicologainfantil.com/ninos-y-ninas-de-5-6-anos-como-son
María Trinidad Labajo. (2010). Análisis de textos de autor. Literatura
Infantil (78), 16-22. Universidad La Salle.
Psicodiagnosis. (2016). El apego., de Psicología infantil y
juvenil Sitio web: http://psicodiagnosis.es/areageneral/ciclo-evolutivo/el-apego/index.php
G.
Marisol (2000). perfiles de comportamiento. 2010, de Educación Inicial Sitio
web: http://www.educacioninicial.com/ei/contenidos/00/0400/445.ASP
Hola Racheeel,
ResponderEliminarAnte todo, darte mi enhorabuena por tu entrada, si es que lo bueno abunda (porque nos llamos Raquel y pues eso jé), que me ha gustado mucho, como te voy a ir diciendo a continuación:
Me ha parecido muy guay esa pequeña introducción esa pequeña introducción que has realizado, sobretodo eso de poner una cita que pertenece a Irune, que encima es algo que tengo yo por ahí copiado en mis apuntes.
En tu creación en prosa cambiaría una serie de cosas:
- Personalmente, en la primera línea de tu historia, yo eliminaría eso de “sin ganas de vivir”, lo dejaría simplemente en que Carmelo se sentía solo y triste.
- Como lo que el cuento dice es que Carmelo quería que alguien viviera dentro de él, al ser Ramiro un monedero mágico, yo detallaría que todo lo que él fabrica se mete dentro de Carmelo, para que quede clara la idea de que Carmelo quería tener hojas, billetes o lo que fuera, viviendo dentro de él.
- Por último, pondría que, al darse cuenta Carmelo de que no necesitaba billetes ni nada para vivir dentro de él, estaría guay que le pidiera a Ramiro que no fabricara más, ya que lo que Carmelo quiere es su compañía. Además, quitaría la parte en la que dices “pues nada - ni el dinero- “, ya que opino que en esta historia el valor del dinero no tiene mucho que ver.
Por lo demás, creo que has tenido la suficiente imaginación para hacer un muy buen cuento utilizando el binomio fantástico.
Para tu creación en verso no tengo ningún consejo, ya que la considero perfecta.
Por otro lado, para tu creación dramática te diría que está muy bien y muy graciosa (con algo de maldad contra las hojas, pero bueno, es lo que tienen las rubias, que somos malas por naturaleza), pero debes corregir la edad, ya que has puesto de 5 a 6, y nosotras estamos en educación infantil, siendo los 6 años “territorio” de los de primaria, pero creo que con que pongas 5 años estaría bien.
En cuanto a la realización de tu libro, me ha parecido muy original que lo hagas a modo acordeón, lo que no he acabado de entender es todo ese listado de nombres que has puesto en la contraportada, ya que el libro lo has realizado tú sola, por lo que yo los quitaría.
Y creo que eso es todo lo que tengo que decirte, espero que te sirva mi comentario, pero que te quede claro que ante todo me ha encantado y que la considero una muy buena entrada.
Por cierto, muy guapa en las fotos rubiaaaaaaaaa!
Un besooo <3
¡Hola, Raquel!
EliminarMuchas gracias por tu comentario. La verdad que estoy totalmente de acuerdo con algunas cosas a mejorar que me has dicho. Me las anoto ya mismo para modificarlas.
En cuanto a la edad destinada, es correcta la etapa de 5 a 6 años, debido a que los niños que cumplen los años en los primeros meses de año, tendrían 6 años y aún así siguen en el último curso de Educación Infantil.
Por otro lado, el libro lo he realizado yo sola, el cuento lo he hecho con unos alumnos. El libro (lo físico) lo hace la profesora, ya que los niños y niñas son muy pequeños como para crear un libro; pero ellos han sido los que han elaborado el contenido, es decir, la parte de dentro del libro. Así que, el listado de la contraportada son cada uno de los niños que forman la Clase de las Medusas.
¡Un saludo!
Huy pues es verdad jjajaj lo dije porque en clase siempre que se halan de los 6 años decimos que esa edad no es de infantil, pero me han salido mal los cálculos. Un lapsus de ná ajajja
EliminarEn cuanto a lo del libro ahora lo entiendo, si has hecho el contenido del libro con dichos alumnos, deberías ponerlo y contar un poco la experiencia, que eso es algo que muchas de nosotras no vamos a poner poder, porque no tenemos alumnos mayormente jaja
Un saludooo
Efectivamente, 5-6 es el último curso de EI. Cuando solo decimos 6, se interpreta 6-7 (porque siempre se nombran los cursos escolares por los años que la mayoría de los niños tienen en el primer trimestre)... y 6-7 es 1º de EP.
Eliminaruen comentario, Raquel.
¡Hola Raquel!
ResponderEliminarEnhorabuena por tu entrada, está todo muy bien expuesto, pero he apuntado algunas cosillas que podrías incluir para mejorar la actividad.
Te comento:
Al comienzo de entrada haces una breve aclaración acerca de las diferentes clases de libros que hemos visto en clase, considero que la creación literaria con y para los niños no es uno clase de texto, es la manera de conseguirlo, en ese punto pondría la prosa, el verso y la dramatización. Además los libros son de autos, no con autor como escribes, te recomiendo que lo cambies.
He apuntado algunos detalles que también podías tener en cuenta, nada más terminar tu creación dramática, es el narrador quien finaliza tu creación y a continuación sin incluir ningún espacio comentas la edad de los receptores, parace que es el narrador quien sigue contando este punto. Además en el punto de la creación de libros incluiría una coma a partir de la siguiente frase: Ya que así dura más,... Para facilitarnos la lectura.
Hablando de tu creación dramática, tengo que darte mis felicitaciones, ya que te has atrevido a incluir la temida muerte.
Aunque hay algo de esta historia que personalmente no me termina de convencer.
La mesa a lo largo de la historia es por así decirlo la buena, la víctima. En cambio las hojas las malas, las que realmente se portan inadecuadamente, por eso considero que la mesa no debe cambiar y convertirse en mala, matando a las hojas, perdería toda su esencia.
En su lugar, cómo la mesa ya estaba viejecita y las hojas no la tenían en cuenta, al final podría ser ella, la mesa, la que acaba muriendo, haciendo sentir muy mal a las hojas, acabarían arrepentidas de su mal comportamiento.
Y esto es todo Raquel, en general me ha gustado mucho tu entrada y tus creaciones.
Pd: Guapísima en las fotos ;)
Sigue así ;)
Estupendo, Ana.
EliminarPerfecto, Raquel.
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